Este corto de Javier Fesser estuvo nominado en la pasada edición de los Óscars. Desde la sencillez más absoluta, supone una invitación a la escolarización en el tercer mundo, pero también (y sobre todo) invita a la racionalidad en el mundo desarrollado.
1 comentario:
tengo muchas ganas de verlo. He leído críticas muy positivas.
Saludos.
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