
CUARTO DE BAÑO
Gerardo Diego
Qué claridad de playa al mediodía,
qué olor de mar, qué tumbos, cerca, lejos,
si, entre espumas y platas y azulejos,
Venus renace a la mitología.
Concha de porcelana, el baño fía
su parto al largo amor de los espejos
que, deslumbrados, ciegos de reflejos,
se empañan de un rubor de niebla fría.
He aquí, olorosa, la diosa desnuda.
Nimbo de suavidad su piel exuda
y en el aire se absuelve y se demora.
Venus, esquiva en su rebozo, huye.
Su alma por los espejos se diluye,
y solo -olvido- un grifo llora y llora.
Gerardo Diego
Qué claridad de playa al mediodía,
qué olor de mar, qué tumbos, cerca, lejos,
si, entre espumas y platas y azulejos,
Venus renace a la mitología.
Concha de porcelana, el baño fía
su parto al largo amor de los espejos
que, deslumbrados, ciegos de reflejos,
se empañan de un rubor de niebla fría.
He aquí, olorosa, la diosa desnuda.
Nimbo de suavidad su piel exuda
y en el aire se absuelve y se demora.
Venus, esquiva en su rebozo, huye.
Su alma por los espejos se diluye,
y solo -olvido- un grifo llora y llora.

2 comentarios:
¡¡¡Qué bien poder encontrarte aunque sea aquí _porque cualquier otro medio de contactar contigo es bastante difícil_ !!!
Gran acierto este poema de mi gran Gerardo Diego, gran humanizador de las cosas... Nadie ha dado vida tan bien a los accesorios de un cuarto de baño como él. Me gusta mucho.
Desde la Gran Ciudad... un abrazo.
Te he linkado en mi directorio, espero que no te importe, aquí
http://guiadeblogs.blogspot.com/2008/03/poesa.html
Por si quieres verlo y modificar algo.
Un saludo.
Siento escribir aquí, pero no hay contacto, luego lo borras
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